“La historia nos está gritando esta advertencia, los países que no pueden o no quieren hacer cumplir las leyes de sus fronteras simplemente no estarán por mucho tiempo. No podemos y no permitiremos que eso se convierta en el epitafio de la República Estadounidense”, advirtió en la audiencia el Sheriff de Yuma.
Catalina Navarro
Yuma, Arizona
Una nueva delegación de funcionarios federales, esta vez todos del Partido Republicano, se encargó la semana pasada de documentar en esta frontera el impacto del cruce masivo indocumentado, que ha ocasionado una carga financiera a organizaciones gubernamentales y civiles.
Catorce legisladores liderados por Jim Jordan, de Ohio, recorrieron zonas de cruce, se reunieron con representantes del Sheriff, del Hospital de Yuma y del Banco de Alimentos para confirmar y exponer lo que denominan “Crisis Fronteriza de Biden”, en alusión a la carencia de políticas federales para frenar el paso de indocumentados.
“Un día Biden dijo: no más muro, no más ‘Quédate en México’, no más deportación, y el resultado: todos esos hechos y datos que escuchamos aquí en Yuma, la carga al sistema educativo, el sistema del hospital, a sus primeros respondientes y sus oficiales de seguridad pública y patrulleros fronterizos”, expuso.
El Congresista de Florida, Matt Gaetz, comparó la respuesta de los locales que han afrontado la atención a miles de migrantes, con la llegada de migrantes a Washington, a las afueras del campo de Casa Blanca “ahí se volvieron locos –los funcionarios federales y locales-, mientras que aquí en Yuma vemos a una comunidad en la primera línea de una invasión”.
Durante una audiencia celebrada en la sala de Concilio de Yuma, el Sheriff del Condado de Yuma, Leon Wilmot, citó que las detenciones de la Patrulla Fronteriza aumentaron de 40 individuos por día, a más de mil después de que inició la administración Biden.
Además de atribuir el hecho al fin del programa “Quédate en México”, Sheriff Wilmot manifestó que el 90% de las verduras que Estados Unidos provee al mundo y los campos están en riesgo por “toneladas de basura, productos farmacéuticos y desechos fisiológicos” que dejan quienes cruzan ilegalmente por el Río Colorado.
En ese sentido, expuso que su Departamento gastó 70 mil dólares del fondo de emergencias para alquilar baños portátiles que evitan que los migrantes defequen en los campos.
Por otra parte, el testimonio de Wilmot incluyó que han averiguado que los contrabandistas de migrantes les cobran como mínimo 6 mil dólares, convirtiendo su ilusión del “sueño americano” en una jugosa realidad para ellos.
En el caso del sistema humanitario, la asistencia médica de los migrantes ha ocasionado que incluso compitan por espacio con los pacientes de la región, es decir, los migrantes han acaparado la atención del hasta hace un par de meses el único hospital en el condado.
El Doctor Robert Trenschel, presidente y director ejecutivo del Centro Médico Regional de Yuma, aseveró que los inmigrantes son pacientes particularmente estresantes, que necesitan de todo, desde diálisis hasta cirugía cardíaca y atención prenatal, a menudo la primera atención de este tipo que reciben las mujeres embarazadas.
“Y cuando nacen los bebés, es posible que deban permanecer en la unidad de cuidados intensivos durante un mes debido a las complicaciones de su situación”, agregó durante su ponencia ante los Congresistas.
Dijo que dar de alta a los inmigrantes también es más difícil porque tienen que proporcionar un alta segura, lo que puede significar comprarles equipo médico y llevarlos a casa de sus familiares.
“Los inmigrantes están desplazando a los residentes de Yuma, compitiendo por camas en la sala de emergencias o forzando retrasos en cirugías electivas porque se necesitan médicos para atender a los inmigrantes”, coincidieron los legisladores en un comunicado posterior a la sesión en Yuma, la que fue la primera audiencia oficial del Congreso en la frontera entre Estados Unidos y México con respecto a la actual crisis migratoria.
Los miembros republicanos del Comité Judicial de la Cámara viajaron a Yuma para la audiencia, pero los miembros demócratas anunciaron la semana pasada que boicotearían el viaje, calificándolo de truco político.
De hecho, en su reciente comunicado para anunciar por su parte una visita a Somerton y Yuma, el Congresista demócrata Raúl Grijalva, dijo que su estancia coincidía, pero no era para unirse a los republicanos a escuchar sobre el fenómeno migratorio, del que, asegura, ya se hace cargo.
Aceptó que “las comunidades fronterizas enfrentan desafíos humanitarios y económicos”, pero criticó a los republicanos: “la histeria del poder judicial de la Cámara de Representantes del Partido Republicano sobre la frontera no está ayudando a nadie”.
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