El campesino, José Antonio Guerrero Zavala, considera que se desperdicia mucha y no hay castigos como en el campo.
Pedro Márquez
Para el productor de alfalfa de la Colonia Carrancita, José Antonio Guerrero Zavala, parte de la escasez de agua que se está presentando, viene del enorme desperdicio que se genera en las ciudades por no aplicarse castigos a los usuarios.
Aunque reconoce que el problema toral de la escasez nace por la falta de lluvia en la cuenca donde nace el Río Colorado, los Ayuntamientos están comprando derechos para satisfacer la demanda de sus consumidores, pero no se ve que apliquen medidas para reducir el gasto, cita quien fuera directivo del módulo de riego número 22.
Con la capacidad económica de las ciudades, se están comprando o rentando derechos de agua a los usuarios de módulos ofertadores, dejando sin el liquido a la agricultura, y todavía se le hacen recortesa la cuota establecida, provocando que este uso esté quedando sin el suficiente líquido, detalló el productor del forraje más demandante de agua.
Como presidente en dos ocasiones del organismo al que pertenece, así como una vez tesorero, conoce perfectamente que la actividad agrícola es a la que se le castiga más, pese que es la que utiliza el agua para producir los alimentos.
Por ello, adelanta que con los recortes que ya se están aplicando, la superficie se reducirá y con ello la producción de alimentos disminuirá desde este ciclo que ya está cerca,
Considera que, así como se esta tratando al agro con el agua, se debe hacer lo mismo en la ciudad para que baje el gasto, como también en la industria para que se instalen empresas menos demandantes del líquido.
“Ojalá que el trato sea igual para todos los demandantes de los diversos husos para que haya ahorros de volúmenes y así se castigue menos a la agricultura”, terminó.
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