Eloy Herrera
La salud mental ha sido, por siempre, la menos atendida por los mexicanos debido al estigma social que la acompaña. Igual lo ha sido durante los dos años de la pandemia de COVID-19
Laura Vizcarra, residente de psiquiatría en la vecina ciudad de Mexicali, señaló que las consultas de esta especialidad se vieron afectadas de forma importante durante el encierro obligatorio. Después ha tratado de adaptarse a la nueva normalidad.
La depresión y la ansiedad son las principales patologías que se han incrementado desde el inicio de la pandemia. Algunos pacientes la han desarrollado a raíz de la pandemia, otros ya la padecían y la situación derivada de la enfermedad las ha multiplicado.
Señaló que los trabajadores de la salud, principalmente enfermeras, resultaron afectados de forma importante en su salud mental.
La depresión se expresa, por lo regular, a través de llantos sin razón alguna, tristeza, desmotivación, desgano, cansancio. Incluso se presentará a través de alteraciones en nuestro sueño y apetito,
La ansiedad, por su parte, es una emoción normal que se experimenta en situaciones en donde la persona se siente amenazada por un peligro externo o interno.
La pandemia ha impactado la salud mental de las personas de la tercera edad, con cuadros de depresión, miedo a la soledad, vacíos, carencias afectivas, además del miedo a contagiarse y morir.
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