El ataque de ayer en Buffalo y algunos otros tiroteos masivos parecen haber sido motivados por una creencia racista compartida de que los blancos podrían ser eliminados.
A través de un escrito de 180 páginas llenas de odio que Payton S. Gendron, el tirador que abrió fuego el sábado en un supermercado y mató a 10 personas, un tema común emergía: la idea de que los estadounidenses blancos corren el riesgo de ser reemplazados por personas de color.
Durante una serie de tiroteos masivos y otros actos violentos de los últimos años, los atacantes armados han hecho referencia a la idea racista, conocida como «Teoría del Reemplazo». Alguna vez estuvo asociada con la extrema derecha, pero se ha convertido en una corriente popular impulsada por políticos y conocidos programas televisivos.
Y ha sido repetidamente la motivación de los ataques en Estados Unidos, e incluso en el exterior: desde el tiroteo en una sinagoga de Poway, California, en 2019, hasta el asesinato de 51 fieles en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, el mismo año.
El hombre acusado de matar a más de 20 personas en El Paso hizo referencia a la misma teoría racista en un artículo de cuatro páginas que describía un ataque en respuesta a «la invasión hispana de Texas» y detallaba los temores de que ese grupo étnico ganara poder en Estados Unidos.
Un año antes, cuando 11 personas fueron asesinadas en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh, el tirador había adoptado puntos de vista racistas similares, refiriéndose a refugiados que recibían ayuda de una agencia judía como «invasores».
La llamada «Teoría del Reemplazo» fue concebida a principios de la década de 2010 por Renaud Camus, un autor francés que ha escrito sobre los temores de un genocidio blanco, argumentando que los inmigrantes que dan a luz a más niños representan una amenaza para los blancos.
Camus ha intentado distanciarse de los supremacistas blancos violentos, denunciando los asesinatos incluso cuando sus ideas han sido utilizadas en más ataques. Pero en 2019, le dijo a The New York Times que todavía mantiene su postura.
La idea de que los blancos deben temer a que puedan ser reemplazados por «otros» se ha extendido a través de plataformas en línea de extrema derecha, lo que a su vez ha dado forma a las discusiones entre los nacionalistas blancos estadounidenses, según ha reportado The NYT.
También se ha hecho evidente a través de otros actos violentos. Alrededor del 60 por ciento de los asesinatos extremistas en Estados Unidos entre 2009 y 2019 fueron cometidos por personas que adoptan ideologías supremacistas blancas como la «Teoría del Reemplazo, reveló la Liga Antidifamación .
«Es la idea más inspiradora de violencia masiva en los círculos de supremacistas blancos en este momento», dijo Heidi Beirich, cofundadora del Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo. «Esta idea en particular ha reemplazado a casi todo lo demás en los círculos de la supremacía blanca para convertirse en la idea unificadora a través de las fronteras».
Los expertos han dicho que esta teoría representa un cambio en las conversaciones de los supremacistas blancos. Hace varias décadas, a menudo proclamaban que eran superiores debido a su raza. Si bien esta postura se mantiene actualmente, ahora muchos se enfocan en la idea de que temen la extinción a manos de las personas de color. En una manifestación racista en Charlottesville, Virginia, en 2017, los manifestantes corearon: «Los judíos no nos reemplazarán».
Gendron, un hombre blanco de 18 años, defendió puntos de vista similares en el manifiesto que publicó en línea, haciendo referencia directa al «reemplazo racial» y al «genocidio blanco».
La primera página contenía un símbolo conocido como «sonnenrad», o sol negro: dos círculos concéntricos con rayos irregulares que emanan del centro. La Liga Antidifamación ha dicho que se usaba comúnmente en la Alemania nazi y ahora ha sido adoptado por supremacistas blancos y neonazis.
Gendron elogió el nacionalismo y culpó a los hombres europeos por permitirse ser «reemplazados étnicamente». Lamentó la diversidad en Estados Unidos y escribió que las personas de color deberían «irse mientras aún puedan». Y criticó a los progresistas, diciendo que solo habían tenido éxito en «enseñar a los niños blancos a odiarse a sí mismos».
Beirich, quien revisó el manifiesto el sábado, dijo que parecía contener una «mezcolanza de todas las locas ideas supremacistas blancas».
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