SAGITA
Por J. Manuel Angulo C.
El terrorismo es un delito contemplado en el Código Penal para el Estado de Sonora. Cita lo siguiente el artículo 133 BIS, en el capítulo VI, del citado ordenamiento legal:
“Se impondrá pena de prisión de seis a cuarenta años y multa hasta mil doscientas Unidades de Medida y Actualización, sin perjuicio de las penas que correspondan por los delitos que resulten, al que utilizando armas o instrumentos potencialmente lesivos, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella para perturbar la paz pública, o tratar de menoscabar la autoridad del Estado o del municipio o presionar a la autoridad para que tome una determinación.”
¿Se puede considerar terrorismo la serie de atentados contra instalaciones de cámaras de vigilancia del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5I) de San Luis Río Colorado, cometidos la madrugada del 27 de febrero pasado?
Una interpretación somera, sin ser ducho en materia penal indica que sí, pues se trató de afectaciones a un servicio público, en este caso la vigilancia mediante video, con el claro propósito de afectar las posibilidades que tiene la Policía para detectar a presuntos delincuentes.La utilización de fuego en este caso para causar un daño severo a las instalaciones hace ver la intencionalidad de grupos criminales para impedir la tarea de las autoridades o darle a éstas la coartada perfecta para excusarse de no cumplir con su encomienda de detener a estos grupos de delincuentes.
Dadas las características del hecho y los evidentes propósitos, estamos, pues, ante un acto de terrorismo. Lo que nos faltaba. A ver si ahora sí a la Secretaria de Seguridad en Sonora, María Dolores del Río Sánchez, le “cae el veinte” que la lucha contra la delincuencia necesita más estrategia y menos “Mesas por la Paz”, pues estas reuniones son para tomarse la fotografía oficial y presumir una coordinación que en la realidad no existe.
Las cifras del Semáforo Delictivo para Sonora, durante enero de 2022, cerraron en rojo para homicidios y en violación. En amarillo estuvieron narcomenudeo, los delitos patrimoniales (robo a comercio, de vehículo y a vivienda), lesiones y violencia familiar; de los 11 delitos que se miden, sólo 3 estuvieron en verde: extorsión, secuestro y feminicidio.
En San Luis Río Colorado el panorama es más desolador: de los 11 delitos que se miden 5 estuvieron en rojo durante enero, entre ellos el homicidio y dos de los delitos patrimoniales (robo a negocio y de casa), sólo el robo de vehículo estuvo en amarillo. Entre los delitos que se mantuvieron en verde, llama la atención el narcomenudeo, del cual el semáforo delictivo sólo registra 15 eventos. Es risible pensar que el narcomenudeo disminuyó, cuando ni siquiera hay un ataque frontal a los distribuidores de droga.
Así pues, las autoridades procuradoras de justicia y seguridad nos siguen debiendo resultados concretos.Es decir, si en la mayoría de los delitos comunes la autoridad sigue demostrando su incompetencia, imagínese en los que tienen que ver la delincuencia organizada, como estos atentados contra instalaciones del gobierno, específicamente contra aquellas que tienen que ver con la lucha contra los propios delincuentes.
Pero además de la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora, está el papel de la Fiscalía General de Justicia que encabeza Claudia Indira Contreras Córdova, cuyo nombramiento en el cargo data del 15 de noviembre de 2018 y se trata de un cargo conferido por el Congreso del Estado, por nueve años, es decir, hasta noviembre de 2027, si es que no hubiere antes un motivo fundado para que el mismo Congreso le revoque el nombramiento.
Serán 6 años de dura prueba, más aún, el que la Fiscal pueda llevar ante la justicia para que reciban una condenaa estos delincuentes que están escalando al grado de terroristas. Si no les pone un alto ahora, no podemos imaginar qué sigue en la retorcida mente de estos criminales.
P.D. Hasta ayer los daños causados a las cámaras no habían sido reparados. Es decir, 48 horas después la vigilancia en tres cruceros se mantenía“ciega”. Como los delincuentes lo querían, pues.
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