La Fiscalía de Guerrero informó que los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, asesinados en la carretera a Taxco, acudieron a un baile en el que estaban personas de diversos grupos delictivos.
«En dicho baile celebrado en Juliantla, con información de inteligencia se tiene conocimiento que acudieron muchas personas pertenecientes a diversos grupos delictivos, tanto del Estado de Guerrero, como de los Estados de Morelos y Estado de México», dijo Xavier Olea, titular de la dependencia.
En el evento, detalló, no hubo seguridad municipal, estatal o federal, puesto que el apoyo de seguridad preventiva para la celebración no fue solicitada a ninguna autoridad por los organizadores.
«Lo que facilitó que las personas pertenecientes a diversos grupos delictivos acudieran y lo hicieran portando armas de fuego, consumiendo bebidas embriagantes y probablemente drogas», añadió el funcionario.
De acuerdo con la indagatoria, el sacerdote Germain Muñiz García fue fotografiado portando un arma de fuego de grueso calibre y en otra imagen apareció en compañía de hombres fuertemente armados, pertenecientes a un grupo delictivo que opera en Mezcala, Carrizalillo, Taxco, Taxco El Viejo y parte de Iguala.
El Fiscal señaló que esto desencadenó el ataque armado a las víctimas, además de que previamente se había dado un conflicto en el baile.
Los agresores, informó, pertenecen a un grupo delictivo del Estado de México, ya que tras la ejecución huyeron hacia Ixtapan de la Sal, por lo que se pidió el apoyo de la Fiscalía de esa entidad.