Pedro Márquez.-
El surtido que se da de carne de puerco en las carnicerías y demás establecimientos y, la poca matanza que se esta haciendo en las instalaciones del Rastro Municipal, demuestra que no solo se esta registrando el sacrificio clandestino, sino que también que el robo de animales es imparable.
Aunque es casi nula la denuncia que hacen los perjudicados en la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común, los porcicultores que han sido víctimas de robo, dicen que el peligro más grande que se corre, es que entre la carne de animales robados, vaya la de puercos que nunca fueron vigilados.
Por esto que representa un peligro para la salud de los consumidores, es que los agremiados a la Unión de Porcicultores piden vigilancia no solo para impedir el robo, también para evitar la matanza clandestina que se esta dando, y que es obvia por tantos lugares donde se venden “carnitas”.
No es posible, dijeron, que hasta hace poco la matanza porcicola regulada en el Rastro era superior cuatro veces a la de reces, y ahora ésta última supera a la primera.
Si no se miraran tantos lugares vendiendo carnitas por toda la Ciudad y el Valle, además de las carnicerías, se podría pensar que la reducción del sacrificio en el rastro se debía a la falta de animales, pero no es así dicen los porcicultores Organizados.
El problema empezó en los días previos de fin de año, pero en lugar de reducirse se ha venido incrementando en los últimos meses, aseguran los propietarios de porquerizas.
Para volver a la normalidad, miran como único camino que la autoridad encargada de cuidar los sacrificios, cumpla con su responsabilidad.
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