Pedro Márquez R.-
Indudablemente que la Comercialización es la parte mas importante del engranaje agrícola, y esto se esta demostrado en los severos problemas que están viviendo los productores de dátil que desde la pandemia no pueden salvar.
Con la situación adversa que se les esta presentando, el dátil cierra el circulo que iniciaron este año los algodoneros con el desplome del quintal; Le siguieron los forrajeros al perder valor la paca de alfalfa al recuperarse el peso ante el dólar, y últimamente los trigueros enfrentan su peor año en mucho tiempo.
Ninguno de ellos pudieron mejorar el precio de su producto para hacer redituable el cultivo, y los datileros por tercer año consecutivo siguen inmersos en un mal momento que tiene su origen en la comercialización.
Todos los datileros, ya sean grandes, medianos o pequeños, culpan de su mala situación económica a los intermediarios que les entregaron la producción.
Los comercializadores que no los últimos tres años no han podido liquidar a tiempo a los productores, se defienden alegando que no pueden vender el producto por la saturación de la fruta en los cuartos fríos.
Esto ha generado que algunos productores, de todas las capacidades, no hayan recibido la totalidad de su liquidación en los últimos dos años, llevándolos a una situación de verdadera desesperación.
A escaso un mes de iniciar la cosecha, lo que se advierte es que se acumulara mas dátil en los cuartos fríos porque el consumo desde la pandemia vino abajo.
Si a esto se le agrega el abusivo jineteo que hacen casi todos los Propietarios de Empaques con el dinero de los productores, entonces el problema seguirá para convertir el cultivo en uno más de los que ya no son negocio.
Pero como decía el respetable señorón Juan Salgado Becerra, “al problema se le debe añadir la respectiva solución”, y esta en este caso podría ser la comercialización en el mercado interno nacional.
Hay dos casos claros de esto, el primero son los Hermanos Gutiérrez, hijos del desaparecido “Pancho” del Pueblo, quienes dejaron de exportar los productos hortícolas por los problemas con sus socio gringos, y empezaron a surtir a Tijuana, Mexicali y San Luis, principalmente.
Toda su cosecha de los diferentes productos ahí la entregan y dejaron de tener conflictos.
Un segundo caso es el del Ing. Manuel Martínez, que tradicionalmente exporta al país del norte la sandia, y el año pasado fue mucha la que no envió a ese mercado, vendiéndola localmente, y la sorpresa es que le fue mejor aquí.
Entonces, los datileros, al menos los que están Organizados en lo que será laCooperativa, podrían buscar compradores entre las grandes cadenas de mercados que hay en el Centro del país.
Muchos de los productores tienen hijos capacitados que podrían hacer esta labor de búsqueda de mercado., Claro, bajo la mirada de los experimentados datileros.
Roberto Hernández y Javier Villegas, por mencionar a dos socios de la Cooperativa, tienen relaciones en el interior del país y podrían lograr algo si se lo proponen.
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