POR: Raúl Berumen
En Arizona, la Secretaria de Prensa de la gobernadora Katie Hobbs, tuvo que renunciar a causa de un tweet publicado, después de los hechos violentos en una escuela en Nashvile, Tennessee.
Su comportamiento en redes sociales, le costó el puesto a Josselyn Berry, un solo tweet fue suficiente para que Hobbs le pidiera la renuncia, además para que la mandataria tuviera que salir a la opinión pública a mostrar su postura respecto a la conducta de la funcionaria.
“La gobernadora no aprueba la violencia en ninguna forma. Esta administración tiene el respeto mutuo de cómo nos relacionamos unos con otros. El puesto del Secretario de Prensa no refleja los valores de la administración”, subrayó tajantemente el comunicado.
En no pocas ocasiones, las comparaciones son odiosas, pero por la vecindad con Arizona, no podemos de dejar pasar este episodio sucedido en el más alto círculo de la política estatal.
La respuesta inmediata de la gobernadora Hobbs dejó un muy claro mensaje a su equipo de trabajo y la manera como quieren relacionarse con los ciudadanos, pero también con la clase política.
La comparación viene por lo sucedido hace justo un año en San Luis Río Colorado, y que a la fecha sigue registrando vergonzosos episodios por el comportamiento de varios funcionarios municipales.
Todos conocemos el caso de la regidora Rebecca Ching, la agresión que sufrió en un autobús y luego la burla de funcionarias estatales y municipales.
En este caso, de igual manera que en Arizona, le costó el puesto a la entonces directora de la Universidad Estatal de Sonora (UES) unidad académica SLRC. El gobierno de Alfonso Durazo actuó de manera rápida y contundente al despedirla, aunque luego fue salvada por el alcalde Santos González.
Ha sido todo un año en que la regidora agredida ha tenido que sortear, incluso defenderse legalmente contra varios funcionarios municipales que arman campañas con recursos públicos, se siguen burlando a través de perfiles falsos, sucede a la vista de todos en redes sociales y al final no pasa nada.
Sería otra la historia si el alcalde hubiera salido a rechazar el comportamiento de sus funcionarios, despedido al director de Comunicación y la directora de Turismo con un comunicado similar: “El alcalde no aprueba la violencia en ninguna forma. Esta administración tiene el respeto mutuo de cómo nos relacionamos unos con otros. Estos funcionarios no reflejaban los valores de la administración”. Pero al parecer, realmente si lo reflejan.
*El autor es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y director del portal de noticias VOCES
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