Residentes del Condado de Yuma se unieron a la ola de protestas en todo el país contra la separación de los niños inmigrantes de sus padres, ordenada por el Gobierno de Donald Trump.
El sábado por la mañana unos 100 manifestantes partieron del Centro Cultural Cesar Chávez por la calle Main, rumbo al Puerto de Entrada, donde se instalaron con pancartas y gritaron las consignas: “¿Dónde están los niños?” y “Los niños no están solos”.
Anglos e hispanos unieron sus voces exigiendo que los 2 mil niños que aún permanecen separados de sus padres vuelvan con ellos, y es que aunque el Presidente firmó una orden ejecutiva para suspender la separación de las familias, aun no se ha definido el proceso que se usara para que los niños se encuentren con sus padres.
“Somos un grupo de personas de todas las edades y raza del Condado de Yuma que buscamos que los niños inmigrantes que fueron separados de sus padres regresen a ellos. No hay un plan definido. Buscamos que tengan derecho a una audiencia con un juez de inmigración”, dijo Eliza Castaños, residente de Yuma, quien fue una de las promotoras de la manifestación.
“Aunque Trump firmó la orden ejecutiva, creemos que lo hizo solo para callarnos. Entre estos 2 mil niños hay bebés y pequeños que solo hablan dialectos, ¿cómo van a saber quiénes son sus padres?”.
Entre los manifestantes había varios padres con sus hijos.
Una de estas niñas, Regina Castaños de 11 años, residente de San Luis, Arizona, señaló:
“Si fuera yo estuviera asustada, triste, con miedo. Quisiera que los niños regresaran con sus familias porque no hicieron nada malo”.
Una madre de familia recordó cómo lloraban sus hijos cuando estaban pequeños y ella tenía que irse a trabajar. Lloraban aunque sabían que su mamá iba a regresar y se preguntó que sentirán estos niños separados de sus padres, que no tienen esa certeza.
La coordinadora del Ministerio para Refugiados en Yuma, no quiso hacer público su nombre por temor a las represalias.
Expuso que el centro de Yuma para refugiados es el que tiene más necesidad de los 10 en la frontera de Arizona que está en comunicación con las Naciones Unidas.
“Aquí en Yuma hemos sufrido el rechazo de la misma comunidad hispana. Hay mucha discriminación y son los feligreses de las iglesias que patrocinan el albergue, los que están en contra, incluso han llamado a la policía y al FBI, quienes han llegado a hacer revisión.
Explicó que reciben en el albergue a los niños y padres que tuvieron la suerte de no ser separados.
“Son inmigrantes en su mayoría de Centroamérica que tienen una cita con un juez de inmigración y son patrocinados por su familia que ya está aquí en los Estados Unidos.
Agrega un comentario