Pedro Márquez R.-
El estado de abandono en que se encuentra el sector agrícola del país, pero mas el del noroeste y norte, no se puede culpar solo al actual régimen de la Cuarta Transformación, porque esto iniciódesde hace dos o tres sexenios.
Se recordará que el Procampo fue un programa que ayudaba a los campesinos que sembraban en los dos ciclos, y que paulatinamente lo redujeron al monto mínimo hasta que el actual régimen definitivamente lo desapareció.
Ya lo que se daba era tan insignificante que algunos productores, sobre todo los fuertes, no les interesaba mucho y por eso lo cobraban cuando tenían tiempo.
Cuando se implemento el programa se beneficiaban todos los productores, salvo los forrajeros, hasta que después de gestorías fueron incluidos, pero ya era muy tarde porque la ayuda estaba por desaparecer.Sin embargo había estímulos a la productividad, lo que ahora ya no se ve.
Esto esta agilizando un estado de abandono en el campo que se puede apreciar en los diferentes renglones de la actividad.
El apartado de la Investigación tenia un presupuesto que le permitía trabajar al Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria –INIFAP- en los Valles de San Luis y Mexicali.
Ahora los Técnicos de la Investigación ni siquiera pueden salir al campo porque no tienen gasolina para las unidades.
Investigación que se tenía desde pasadas administraciones, quedaron inconclusas, como una variedad del algodonero que ya estaba por salir y que seria una opción para los productores ante la limitada importación de semilla del vecino país del norte.
La falta de precio de garantía en el grupo cinco triguero, llevó a la quiebra a muchos en este ciclo que acaba de pasar, porque los compradores liquidaron a precio del mercado internacional influenciado por la Bolsa de Valores de Chicago donde el grano de esta región cotiza como si fuera forrajero cuando es para industrializarse en pastas.
Siempre se especulo que ASERCA –Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria-, se confabulaba con los Empresarios del Campo, pero ahora con este Gobierno que la sustituyó por “Seguridad Agroalimentaria de México” –SEGALMEX-, se nota que no era así y que de verdad si ayudaba al campesino en la comercialización de las cosechas.
El financiamiento que es tan importante en el sector, también fue afectado en esta Administración, al desaparecer a la Financiera Nacional y no sustituirla por otra Institución Crediticia de Desarrollo.
La Financiera marcaba la pauta crediticia y de alguna manera regulaba el crédito para que las fuentes del dinero no hicieran su “agosto”.
Esto se puede palpar ahora, en que lo Empresarios del dinero que habilitan, endurecieron el crédito y no a cualquiera le prestan, porque están pidiendo documentos de los tractores en garantía.
Como son equipos que superan los veinte años de servicio, ninguno cuenta ya con papeles.
El efecto domino aquí se puede ver, y el futuro que los analistas advierten es la pérdida de productividad, la que desencadenara la importación de granos.
La verdadera autosuficiencia en granos nunca se ha alcanzado, pero tampoco nunca la producción se alejaba tanto de la necesidad, como empieza a suceder ahora por no destinar lo que les corresponde a los productores del norte y noroeste donde están los que sí producen.
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