*Baja actividad en el rastro y crece venta de carnitas en toda la ciudad.
Pedro Márquez.-
Aún cuando los propietarios de granjas porcícolas han manifestado el robo de animales y la venta de carnitas ha proliferado en toda la ciudad, la matanza de puercos en el rastro Municipal ha descendido estrepitosamente, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Empleado del rastro que pidió no se revelara su nombre por razones obvias, dio a conocer que en ese lugar la matanza regulada ha descendido hasta cuatro veces menos que la de ganado, pese a que recientemente las cifras eran a la inversa.
El fenómeno obedece a que la autoridad competente que tiene la responsabilidad de vigilar la carne que llega a los establecimientos para comercializarse, no está haciendo su trabajo de verificar que ese producto tenga su origen y calidad que no ponga en riesgo la salud de los consumidores.
Casi el setenta por ciento de la matanza porcícolas se hace de forma clandestina, trayendo perjuicios para los mismos propietarios de las porquerizas, sobre todo si la salud del puerco no es buena.
En cuanto a los robos de estos animales, esto se esta incrementando cada día mas debido a lo burocrático al momento de que el afectado quiere poner una denuncia.
Los criadores, acuden a la agencia investigadora donde le piden documentos que consten la propiedad del animal, lo cual es difícil de cumplir, por lo que el delito no se investiga quedando impune.
Esta impunidad, es lo que esta propiciando que los robos sean mas continuos y que la matanza este proliferando en la ciudad y el Valle.
Los animales que son sacrificados en las instalaciones del rastro, además de revisarse su salud por un Medico Veterinario Zootecnistas, también se matan con un método menos inhumano que los que se practican en la clandestinidad.
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