La nueva tecnología de reconocimiento facial de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) identificó a otro impostor en el Puerto de San Luis la semana pasada.
Fue el tercer individuo en ser detectado utilizando tecnología biométrica desde que ésta se empezó a utilizar el 24 de septiembre.
El martes 16 de octubre, un hombre de 30 años que viajaba a pie proveniente del estado mexicano de Guerrero, intentó usar una tarjeta de cruce fronterizo para ingresar a Estados Unidos.
El oficial de CBP que realizaba las inspecciones primarias para peatones recibió un indicador de falta de coincidencia con las fotos y remitió al hombre a inspección secundaria. Se determinó que el hombre no era el verdadero dueño de la tarjeta.
El sujeto fue arrestado y actualmente enfrenta un proceso penal.
«Esta herramienta de tecnología de comparación facial está ayudando a nuestros oficiales de CBP a detectar de manera efectiva y mucho más rápido a los infractores «, dijo Petra Horne, directora interina de la Oficina de Campo de Tucson de CBP.
«La tecnología es una herramienta valiosa que los oficiales de CBP usan para determinar la identidad».
Usar el documento de identidad de otra persona es una violación de la ley de inmigración de los Estados Unidos y podría resultar en un proceso penal.
Los extranjeros no admisibles a veces usan pasaportes estadounidenses que pertenecen a otros para intentar ingresar ilegalmente a los Estados Unidos y estos pueden ser robados, comprados o incluso «prestados».
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