*Las nuevas generaciones prefieren incursionar en bienes raíces.
Pedro Márquez
Diversos factores que se están presentando en la actividad primaria, vienen influyendo para que el rentismo año con año se incremente, y con ello que unos cuantos aumenten la superficie que siembran, o bien, que compren la tierra.
Uno de esos factores, el licenciado con especialidad en derecho agrario, Carlos Adolfo Guzmán Sedano, menciona el envejecimiento del campesinado, que a su vez se complementa con la situación difícil que se está viviendo en el campo desde que los gobiernos retiraron los subsidios.
La primera y segunda generación de campesinos a partir del reparto, tenía amor a la tierra porque al igual que el agua, era su patrimonio y la que les daba el sustento para su familia.
Al desaparecer los subsidios, las condiciones en el campo han venido cambiando en perjuicio de ellos, pues los insumos han encarecido desproporcionadamente, tanto que las viudas y los hijos que recibieron en herencia la tierra, han decidido rentarla, o venderla en el peor de los casos, reveló el abogado de origen campesino.
A esos nuevos campesinos, lo difícil de la agricultura también les ha formado otra mentalidad, la de incursionar en el negocio de bienes raíces, es decir, desarrollar parcelas para vender predios.
Esto ahora es una novedad que se puede mirar en cualquier parte, en la Rumorosa, Tecate, Ensenada y aquí mismo en San Luis, asienta el también presidente del comisariado del ejido Monumentos.
Esta actividad, vender o rentar lotes, está influyendo en que la tierra a sembrar esté decreciendo en cada ciclo, y en que algunos productores o empresas estén creciendo en superficie.
Lo peor de todo, dijo para terminar el también ejidatario, es que el rentismo está superando el noventa por ciento en la mayoría de los ejidos, principalmente.
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