Por: Raúl Berumen
Sin duda alguna el proyecto de gobierno de Santos González Yescas ha fracasado en muchos aspectos, son ya más de 500 ejecutados y la violencia no para. Un alcalde manchado por la corrupción, un gobierno de improvisaciones, sin inversiones propias. Con servicios públicos en decadencia.
Santos González encabeza el gobierno del fracaso, el de las apariencias, del desvío de recursos disfrazados de apoyo, el de los contratos a discreción. El gobierno de la homofobia y la misoginia. Un gobierno protector de violentadores.
Al final, la 4T no llegó a San Luis Río Colorado y el gobierno Santos González simplemente resultó ser un chisguete de transformación, y un manantial de corrupción.
“Sigamos transformando San Luis”, presumen, pero no podemos hablar de ninguna transformación cuando no se tienen proyectos propios, durante cuatro años, incluso en los informes de gobierno, el presidente municipal ha hablado de lo que se planea hacer, no de lo que ya se hizo, porque entonces sí, no tendría nada que presumir.
Cuatro años hablando de proyectos federales y estatales, de la planta de CFE, de la ampliación de la garita, de la construcción del libramiento. Los tres, proyectos retomados, encaminados, desde gobiernos panistas y priistas que tanto admira Santos González, que llenó las filas de su gobierno por conocidos personajes prianistas.
Pero qué hay de proyectos propios, muy pocos, incluso al final ni eso resultan ser, pues la regularización de los vehículos ilegales le dio al Ayuntamiento recursos adicionales, lo que permitió al fracasado gobierno de Santos González, la posibilidad de recarpetear algunos tramos de apenas cuatro cuadras en varias vialidades.
Lejos está el gobierno de Santos González de aquellos gobiernos que verdaderamente transformaron a San Luis, con los alcaldes panistas Jorge Figueroa, Chito Díaz y Enrique Reina, se logró incrementar el drenaje del 40 al 85 por ciento de la ciudad. José Palafox y Rubén Espino dieron continuidad y se puso en funcionamiento la planta tratadora de aguas residuales.
Esa si fue una transformación, dejar de contaminar el lecho seco del río Colorado y tratar las aguas residuales para luego regresarla a los mantos acuíferos.
Y qué decir del alcalde Leonardo Guillén que transformó todo el centro de la ciudad, pavimento, alumbrado, banquetas, pero sobre todo drenaje pluvial, además impulsó los campos deportivos y al Bosque de la Ciudad.
Al final, Santos González es solo un mal chiste, un bache para San Luis Río Colorado.
*El autor es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y director del portal de noticias VOCES
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