Pedro Márquez R.-
Con el retiro de Ernesto Loera Orozco de toda actividad lideril, la región sur del valle agrícola queda huérfana a expensas de los logros que obtengan los liderazgos de la parte norte.
Esto es grave, pero mas grave es que no hay cabeza visible que pueda sustituir la entrega y el deseo de lucha desinteresado que caracterizó a Ernesto en las últimas cuatro décadas.
Desde que Javier Villegas, ocupo la entonces Secretaría General de la CNC local, así era el cargo, ahora es Presidencia, se veía como el sucesor de Ernesto, pero el crecimiento que ha tenido en la superficie de siembra, no le permite desviar el tiempo a otro quehacer que no sea la agricultura propia.
Está concentrado en lo suyo pues dicen que trae tal vez mas de seiscientas hectáreas, la mayor parte de esas son propias.
Digo que esta huérfano el sur de líderes porque con el retiro de Ernesto, y la falta de tiempo de Javier, el Grupo Independencia que ellos le daban vida, prácticamente queda extinto.
El otro Grupo de la parte sur del Valle que existía y que en ocasiones enfrento al del norte, era formado por Ramón Rodríguez Ochoa, Carlos Torres Aguiar, José de Jesús Aguayo, Francisco Cota y el desaparecido Everardo Lara, entre otros, también se extinguió hace nueve años.
Rodríguez Ochoa, que por cierto se festejará este 28 en el día de los Inocentes, le dio vigencia al grupo venciendo a Javier Villegas en la Presidencia del Modulo 3, en aquellas elecciones que se tornaron ríspidas desde una celebración de navidad en las oficinas del caído Prof. José Patiño.
Hasta antes de ese evento todos eran un solo grupo, pero la Presidencia del Modulo los dividió, al grado que ahí mimo Carlos Torres le dio un fuerte empujón a Javier que lo hizo caer al suelo, y fue Ernesto quien detuvo a Carlo para quedara ahí.
Afortunadamente no pasó a más en lo físico, pero el Grupo Lagunitas-Nuevo Michoacán ahí nació, y con fuerza porque le ganaron a Javier la Presidencia del Modulo con Ramón como candidato, y después en cerrada elección el mismo Ramón venció con un voto al ya desaparecido Roberto Antonio Villegas Gutiérrez –Robertín-.
Eran enfrentamientos encarnizados y pocos sabían el origen, pues a pesar de que la división del grupo se dio en uno de los famosos festejos que hacia el Maestro en la Avenida Nayarit y la Calle sexta, no muchos se dieron cuenta porque el pleito verbal y de puños fue casi a las doce de la noche.
La venganza no se hizo esperar, y cuando Carlos Torres quiso lograr la Presidencia del Modulo, el Grupo Independencia mando de candidato a –Robertín- que apenas había perdido por un voto ante Rodríguez Ochoa, desquitándose ahora.
Este revés para el Grupo Lagunitas-Nuevo Michoacán, marco su disolución, porque Carlos después de aceptar caballerosamente la derrota, se autoexilio en su casa, haciendo lo mismo Ramón en su restaurante que ahora lo tiene rentado.
Desafortunadamente Roberto falleció de un paro cardiaco originado por la Diabetes cuando apenas tenia un año en el cargo, responsabilidad que culmino su suplente y familiar Prof. Modesto Gutiérrez.
Como se puede ver, de una u otra forma los dos grupos que tenían el poder en la parte centro y sur del valle desaparecieron, dejando a la deriva a los campesinos.
La llegada de Javier a la Tesorería del Modulo Tres se dio con cierta facilidad, porque su adversario Francisco Cota se auxilio con un desquebrajado grupo Lagunitas-Nuevo Michoacán.
Todavía más fácil fue saltar a la Presidencia, porque el de enfrente tenía mucho tiempo trabajando en los campos agrícolas de Yuma y no conocía a plenitud el tema del agua.
Javier quiso irse a la Presidencia de la SRL, pero además de empezar tarde la campaña, un problema familiar lo limitó a trabajar en la búsqueda del voto, dejándole el camino libre a Luis Padilla.
Lo cierto es que la ausencia de Ramón, de Carlos, Everardo y de Ernesto, deja sin líderes al campo.
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