A partir de este viernes se complicaría el acceso a las mujeres embarazadas.
Redacción
SAN LUIS R.C. SONORA.-
La práctica común que existe en San Luis Río Colorado desde hace años, que las mujeres embarazadas deciden dar a luz a sus hijos en el hospital de Yuma para conseguir la nacionalidad estadounidense para el bebé y en un futuro incluso obtener su emigración a través de su hijo.
Ahora la Administración Trump pretende restringir el llamado turismo de nacimiento, que no es privativo de la frontera, pues se sabe que se promueve en otros países.
Desde este viernes, 24 de enero, las mujeres embarazadas que soliciten una visa dentro de la clasificación «B» de no inmigrantes para visitantes temporales por placer, podrían ver negada su petición si el funcionario de inmigración considera que su intención es dar a luz a su bebé en Estados Unidos para conseguirle la ciudadanía estadounidense.
Esta regla establece que viajar a los Estados Unidos con el objetivo principal de obtener la ciudadanía estadounidense para un niño al dar a luz en ese país, es una base inadmisible para la emisión de una visa de no inmigrante tipo B. En consecuencia, un funcionario consular deberá denegarla si hay razones para creer que un extranjero tiene esa intención.
La regla final aborda las preocupaciones sobre los riesgos que conlleva esta actividad para la seguridad nacional, incluida la actividad criminal asociada con la industria del turismo de nacimiento, como se refleja en los enjuiciamientos federales de personas y entidades involucradas en esa industria.
La regla final también codifica el requisito a los solicitantes de visa tipo B de no inmigrante que buscan tratamiento médico en los Estados Unidos deben demostrar, a satisfacción del funcionario consular, sus arreglos para dicho tratamiento y establecer su capacidad para pagar todos los costos asociados con este.
Por su parte en un comunicado, la Casa Blanca indicó a este respecto que la Administración está tomando medidas para poner fin al «turismo de nacimiento» impulsado por organizaciones que sistemáticamente explotan esa rendija para proporcionar la ciudadanía injustamente a los hijos de extranjeros.
Señaló que la mayoría de los grupos de turismo de nacimiento cobran decenas de miles de dólares, que a menudo no incluyen la cobertura de atención médica.
Los grupos se trasladan a los Estados Unidos y a menudo son llevados a moteles, cuyos propietarios también son cómplices del plan.
Las visas aún se otorgarán a extranjeros cuyo propósito de viaje sea consistente con las actividades comerciales y de placer permitidas.
Se agregó que el turismo de nacimiento podría permitir a los gobiernos extranjeros amenazar la seguridad de los Estados Unidos al explotar esa vulnerabilidad para reclutar individuos que se criaron en el extranjero, sin apego a los Estados Unidos.
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