Sin darse a conocer las causas especificas del fracaso del cultivo del garbanzo en el Valle de San Luis, el predio que fue sembrado en el ejido Nuevo Michoacán fue destruido, mientras que el establecido en el ejido San Luis no se le veía un futuro halagador.
En el primero de los dos casos, fue sembrado por Francisco Flores en un predio propiedad de Ramón Rodríguez Ochoa, sin que la planta desarrollara normalmente, lo que hizo que el dueño del cultivo y el técnico Guadalupe Herrera, tomaran la decisión de destruirlo.
Este lote de 13 hectáreas de superficie fue sembrado a principios de enero cuando los promotores que vinieron de Ciudad Obregón recomendaron que estos trabajos se hicieran en noviembre. Más información en nuestra edición impresa.
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