El excelente desempeño que la Selección Mexicana ha mostrado en Rusia 2018 fue opacado en el tercer partido de la fase de grupos en que los mexicanos cayeron ante Suecia por un contundente marcador de 3 goles a 0.
La derrota de los mexicanos tuvo a millones de mexicanos en una tensa espera de alrededor de diez minutos para que finalizara el partido entre Corea y Alemania, que estaba empatado y, luego, finalizó con un triunfo de los orientales, por un marcador de 2-0.
La derrota del Tri dejaba a los mexicanos con un destino incierto, dependían de una serie de combinaciones para avanzar a octavos de final.
Los suecos tenían la orden de quitarle, a toda costa, la pelota a los mexicanos. Así lo hicieron durante los noventa minutos y eso les permitió imponer sus condiciones en el terreno de juego.
Suecia se puso arriba en el marcador cuando corría el minuto 51. Diez minutos más tarde, caía el segundo en la puerta de Ochoa.
Juan Carlos Osorio, cerebro técnico de México no podía creer lo que estaba pasando. Movió piezas en busca de enfrentar de mejor manera a su rival en turno. Sacó a Gallardo y metió a Marco Fabián.
Las malas noticias seguían llegando a la puerta mexicana. En un saque de manos, Edson Álvarez la metió en su portería y sentenció el partido a 3-0.
COREA SORPRENDIÓ
Fue tan conmovedora la jornada que llegó un momento en el que a la superpotencia alemana no le hubiera bastado ni con el 1-0. Todo México en vilo, con sus muchachos desconcertados aún sobre el campo mientras se eternizaba el choque de los campeones.
Toda Alemania estaba consternada ante el batacazo monumental que se podía avecinar a su selección, en su partido ante Corea. Toda Corea del Sur en combustión ante una victoria, por 2 goles a 0, de incalculable prestigio.
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