Pedro Márquez R.-
El comportamiento en general que esta registrando la Agricultura, hace que los productores que dependen exclusivamente de ella, tengan un futuro incierto.
En esta ocasión, el panorama no se circunscribe en uno o dos cultivos como suele suceder, el negro panorama es todos, desde el algodón y la alfalfa hasta los granos que se trabajan en la región.
La inercia negativa del ciclo primavera-verano 2022-2022 del algodonero, se ha extendido a este nuevociclo que esta por empezar su fase final con el levantamiento de la cosecha.
El precio ha oscilado entre los 89 y 86 dólares el quintal, pero no todos tuvieron el acierto de vender, y menos tuvieron la visión y el recurso para protegerse comprando coberturas.
Solo quienes pudieron vender cuando el precio estaba pegadito a los 90 dólares el quintal, tendrán un desenlace aceptable, porque aquellos que tendrán que comercializar cuando ya este la cosecha, solo un milagro los ayudara.
En la alfalfa parece que la caída del precio fue definitivo porque no reacciona a la alza, y los productores han tenido que vender a ciento veinte pesos después de haberlo hecho a trecientos.
La esperanza que tienen estos forrajeros, es que en diciembre las cosas cambien, porque de lo contrario los más débiles tendrán que malbaratar más la paca para buscar refugio en otro cultivo.
En los granos el futuro incierto también esta presente, sobre todo en el trigo que ha sido el cultivo de mayor hectareaje localmente.
Informes del Consejo Municipal de este cultivo, hacen saber que el precio de la tonelada se redujo a 278 dólares, considerando ya las bases.
Obviamente que esto pone a pensar a los productores del trigo del grupo cinco, puesto que los del Uno tienen cierto privilegio porque el Gobierno les da un precio de garantía, y las Empresas compradoras, como la Sociedad Cooperativa Lic. Alfredo V. Bonfil, les da un estimulo mas que hace que la liquidación sea mucho mejor que lo que reciben quienes sembraron cristalinos.
Si ahorita que se supone que no hay trigo y que ni se conoce lo que será sembrado en este nuevo ciclo, el precio esta a la baja en los duros, ¿qué va a pasar cuando ya se conozca la superficie que será sembraday por lógica el tonelaje que se cosechará?
El caso de los compradores nigerianos viene a contribuir en el incierto panorama, porque hasta el momento las más de doce mil toneladas que se llevaron de la cosecha pasada del apartado Uno, no las han liquidado a los productores.
El daño aquí es principalmente en lo referente a la superficie, porque al parecer en la cosecha que vendrá no comprarán grano esos africanos, obligando a los productores a buscar otra opción más para esas 2 mil 500 hectáreas que quedarían desocupadas.
En síntesis,no se ve nada fácil para los trigueros de la localidad, salvo para los de la Bonfil que el Consejo de Administración que encabeza Gilberto Ibarra, les ha venido dando buen estimulo.
El maíz en el Valle de San Luis no “pinta” porque es muy poca la superficie que se siembra, pero aún así el precio no ha repuntado la suficiente como para despertar el interés en campesinos.
Algo parecido esta sucediendo en el sorgo, porque el hectaréaje a sembrar se redujo de mas de mil o dos mil a solo doscientas, cuando mucho.
El factor aquí es la falta de crédito, agua, y los compradores que se ponen de acuerdo para no pagar bien la tonelada, que en este año están liquidando en tres mil pesos.
Definitivamente la actividad esta derrumbándose y, la esperanza es que el mercado internacionalreaccione para que impacte también en el Valle de San Luis.
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