*Republicanos de Estados unidos elevan debate para combatir a los cárteles del narcotráfico en terreno mexicano.
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Sonora-Arizona
La idea de enviar tropas militares de Estados Unidos a México para combatir a los cárteles del narco ganó terreno durante el segundo debate de los candidatos del Partido Republicano a la Casa Blanca con incluso una propuesta para enviar fuerzas de élite para conducir operaciones especiales.
Alarmados por las 75 mil muertes en EU por sobredosis de fentanilo en 2022, tres de los siete candidatos que participaron en el debate en Simi Valley, California coincidieron en el usar a militares estadounidenses en territorio mexicano para terminar con la producción ilegal y tráfico de dicha droga sintética.
«Lo que haremos es asegurar de enviar nuestros (equipos de) operaciones especiales (a México). Eliminaremos los cárteles y eliminaremos sus operaciones», respondió Nikki Haley, ex Gobernadora de Carolina del Sur al ser cuestionada directamente sobre algo que previamente había esbozado.
Diseñadas para involucrase en diversas misiones como el actividades antiterroristas, rescate de rehenes, ejecuciones contra blancos de alto riesgo y distribución de ayuda humanitaria, EU concentra sus fuerzas de élite para operaciones especiales dentro de un comando específico construido dentro del Pentágono.
«Lo que hay que entender es que México no está siendo un buen socio como se ve con las pérdidas de 75 mil estadounidenses el año pasado. México no está siendo un buen socio como se ve cuando permiten que los cárteles se salgan con la suya», añadió Haley, durante el debate republicano a la Casa Blanca.
Sin la participación del ex Presidente Donald Trump, quien se mantiene muy al frente en las encuestas, los aspirantes a la nominación republicano centraron buena parte de sus respuestas del debate en criticar el flujo de drogas ilegales y migrantes irregulares desde México, pero la idea de Haley fue más específica.
Sin tomar en cuenta restricciones de derecho internacional para el uso de la fuerza en México o también limitaciones legales al interior mismo de EU, la propuesta de la ex Gobernadora Haley significaría hacer uso de fuerzas de élite como los Rangers y la fuerza Delta del Ejército de EU, o la fuerza de los SEALS de la Armada.
«Voy a utilizar al ejército estadounidense para perseguir a los cárteles de la droga mexicanos. Están matando a nuestra gente», dijo por su parte el actual Gobernador de Florida, Ron De Santis, quien desde el primer debate presidencial en agosto pasado ya había defendido la idea de enviar tropas a México.
«Tenemos que utilizar nuestro propio Ejército para cerrar los huecos estilo queso suizo que tiene nuestra frontera sur (con México)», dijo el aspirante presidencial y empresario Vivek Ramaswamy, quien en días previos ya había reiterado su propuesta para ofrecer al Gobierno mexicano tropas estadounidenses.
Celebrándose en la sede de la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan al norte de Los Ángeles en California, el debate presidencial ocurrió al momento en que el ex Presidente Trump domina la competencia con amplitud y muy a pesar de al menos cuatro procesos de carácter penal en las Cortes estadounidenses.
Sin que lo volviera a mencionar, el ex Vicepresidente de EU, Mike Pence, había ya asegurado en el primer debate que su preferencia sería ejercer presión económica para lograr que el Gobierno mexicano tome acción más decisiva contra el tráfico de fentanilo o lograr un acuerdo con los militares mexicanos.
A nivel de derecho estadounidense, el uso de los militares en conflicto en el extranjero puede ser autorizado por el Congreso ya sea a través de una declaración de guerra formal o a través de una autorización del uso de la fuerza militar, tal como la que está vigente desde 2002 para luchar contra la red terrorista Al Qaeda.
Desde enero, destacados miembros del Partido Republicano entre los que se incluyen Senadores, congresistas, Gobernadores y por supuesto, aspirantes a la Casa Blanca han propuesto medidas radicales para lidiar con los cárteles ante la crisis por el consumo de fentanilo fabricado ilegalmente en México.
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