*Pero la principal está igual, dice Ernesto Loera.
Pedro Márquez.-
Como una falta de sensibilidad calificó Ernesto Loera Orozco el estado que guarda la red de carreteras del Valle de San Luis, pero principalmente el tramo que une a los Poblados de los ejidos Lagunitas-Independencia, y la principal que lleva hasta El Golfo de Santa Clara.
Definitivamente la mayoría de los ramales están completamente destrozados, pero a los agricultores y residentes de la parte centro y sur del Valle, nos preocupa el abandono del referido tramo entre los ejidos citados, y la carretera coyuntural, agregó el productor del Independencia.
Al especificar el problema, se refirió primeramente a los siete kilómetros del mencionado tramo ejidal, diciendo que hace aproximadamente ocho meses que iniciaron la rehabilitación y todavía esta a la espera del terminado.
Ante la molestia que provoca que no la puedan terminar, manifestó que a inicio de diciembre anterior le comentó al Presidente Municipal el retraso de la obra, recibiendo como respuesta que se debía a las gestiones que el mismo estaba haciendo para que los trabajos se extendieran más hacia el poblado.
Pero eso fue hace casi tres meses y la situación esta igual, es decir, hasta la etapa del sello.
Por lo que respecta a la carretera principal, reveló que como productor de la parte sur del Valle, tiene que transitar por ella, pero que desde antes de las lluvias, ya era un peligro por los abundantes y profundos baches que en distintos puntos se aprecian, convirtiéndola en una trampa de gran peligro.
A la altura de la “T” de Monumentos, del Rancho de la Familia Márquez y cerca del Poblado Pozas de Arvizu, es donde esta el principal peligro de un accidente de consecuencias, concluye Ernesto Loera.
PIDEN A SANTOS TAPAR BACHES DE LA MONTERREY
Por otra parte, Guadalupe Cervantes Leal, hizo un llamado al alcalde para que envíe personal de la Dirección de Obras y Servicios Públicos Municipales, a cubrir los hoyos de la prolongación Monterrey a la altura del puente sobre el Canal de la Mesa Arenosa.
El llamado, aclara el ejidatario de la Grullita, es porque en una distancia de casi 200 metros los hoyos obligan a circular a “vuelta de rueda”.
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