Algunos productores agrícolas del valle sanluisino ya tuvieron necesidad de hacer tres aplicaciones
La reaparición de la mosquita blanca, amenaza con causar graves daños al algodonero, pues su presencia es tal que desde hace años no se veía, al grado que ya hay agricultores que han aplicado en tres ocasiones.
Uno de estos algodoneros, es el licenciado Roberto Tejeda González, quien, de acuerdo a su técnico, hace mucho tiempo que no se veía una infestación de esta plaga como la que se está mirando actualmente.
El campesino de la Colonia Hidalgo, dio a conocer que la grave infestación se debe a la permanencia del Monzón, fenómeno que trae excesiva humedad y calor, combinación idónea para la proliferación del insecto que ya empieza a preocupar a los técnicos,
Recordó que el año pasado la mosquita blanca hizo presencia, pero no se compara con la que ahora se está mirando.
El problema se agudiza en los predios vecinos donde fue sembrado sandía o melón, porque el insecto gusta de lo dulce, reveló el algodonero.
La situación no es fácil para estos productores, porque la primera aplicación tiene un costo oscilante en los mil cien pesos por hectárea, mientras que de la segunda o tercera el valor llega a los mil trecientos pesos por unidad, detalló.
Dijo que a lo anterior se le tiene que sumar la caída del precio del quintal, pues ha descendido a los 59 ó 60 dólares, cantidad que todavía se le tiene que restar los cuatro dólares de la intermediación.
Sin tratar de ser pesimista, indicó que esto está ubicando a los algodoneros en una situación de pérdida, porque la mosquita, el Monzón y la caída del precio del quintal, harán que el cultivo no sea redituable, consideró.
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