Primero pensé que el conductor de un auto gris había bajado de la carretera en un descanso de manera urgente, pues el giro del volante hacia la izquierda así me hizo pensar.
El auto se perdió de vista, pero a los pocos segundos sale de entre unos arbustos, pero ya en total descontrol y en el aire.
Luego cae al pavimento con el costado derecho y empieza a dar giros sobre su eje de manera vertiginosa. En uno de esos giros veo que salió un cuerpo disparado del auto; al mismo tiempo que cae en el terreno pedregoso, el auto le pasa por encima.
Finalmente, luego de interminables segundos y de frenar, además de estar atento a esquivar el auto que se viene encima, en auto se detiene, quedó en posición normal.
Del mismo saltan dos hombres jóvenes por la ventana y una mujer abandona el volante, todos corren hacia la persona que yace inerte.
Se trata de la madre de los muchachos, quedó boca abajo, las dos piernas destrozadas, sin quejarse, solo respira de manera esporádica.
No hubo nada que hacer, falleció a los pocos minutos, los traumas que sufrió fueron mortales por necesidad.
El auto Nissan Versa de color gris y placas de Baja California quedó destrozado.
La familia procedía de Ciudad Obregón y se dirigían a Tijuana, el infortunio les sorprendió en el kilómetro 107 de la carretera Sonoyta- San Luis Río Colorado.
La mujer conductora se quedó dormida al volante y cruzó la carretera hacia la izquierda, al darse cuenta giró a la derecha, pero ya fue demasiado tarde.
Más del 50 por ciento de los conductores y pasajeros ignoran el dispositivo de seguridad, les resulta estorbo, otros dicen que no sirve de nada, otros más dicen que es la falta de cultura.
El hubiera no existe, pero si la mujer adulta se hubiera colocado el cinturón o si uno de los pasajeros se lo hubiera colocado, aún estaría con vida.
Ahora la conductora y los otros dos hombres seguramente tendrán más cuidado al momento de viajar, pues ya vivieron en carne propia lo que pasa el no usar el cinturón de seguridad.
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