Una mujer china de 54 años tenía síntomas vinculados a la epidemia, por lo que nadie pudo bajar de la embarcación hasta que los resultados del análisis señalaron que no había amenaza.
Los 6.000 pasajeros y cerca de 1.000 tripulantes del crucero que fue bloqueado en Italia permanecieron durante horas a la espera de los resultados de los análisis realizados a una pasajera china y su pareja, por temores a que fueran portadores del coronavirus que ya dejó 170 muertos en el gigante asiático. “Después de llevar a cabo todos los análisis siguiendo los protocolos operativos, el resultado es negativo”, informó el hospital Spallanzani de Roma en un comunicado para descartar la amenaza de una epidemia.
La firma italiana Costa Cruceros explicó que activó el protocolo para un caso sospechoso relacionado con un huésped de Macao actualmente a bordo de Costa Smeralda. Por su parte, autoridades sanitarias de Civitavecchia, cerca de Roma, informaron: “El ministerio de Salud nos alertó de posibles casos y envió tres médicos a bordo para realizar los exámenes”.
Dentro se vivió una situación de “total normalidad” y los turistas esperaron y charlaron entre ellos en el recibidor y en los pasillos, explicó a Efe por teléfono uno de los viajeros que se encuentran a bordo, Filippo Rossi, acompañado por su familia. Sin embargo, otros pasajeros se mostraron más inquietos.
Los médicos especializados del hospital Spallanzani de Roma, encargados de los casos del nuevo coronavirus, informaron sobre los resultados. 
El virus que comenzó en la ciudad china de Wuhan ha causado por el momento 170 muertos en China y más de 7.000 contagios. 
Las pruebas fueron llevadas al hospital Spallanzani para su análisis. Los resultados descartaron que fuera coronavirus y se permitió bajar a los pasajeros. 
El desembarco estaba previsto a las 9.00 locales (8.00 GMT) en el puerto romano y, aunque en un principio solo se anunció un retraso de media hora mientras se hacían gestiones de puerto, finalmente se prolongó, señala el turista italiano.
Según el comandante del puerto de Civitavecchia, Vincenzo Leone, “la situación a bordo era serena” y todos estaban al tanto de la situación.
Por su parte el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, reaccionó desde Bulgaria, donde se encuentra en viaje oficial. “Si es necesario se tomarán más medidas de cautela”, dijo a la vez que instó a evitar todo alarmismo o pánico.
Las autoridades no habían informado con precisión cuáles serían los siguientes pasos en caso de que el diagnóstico confirmara la presencia del virus
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