Después de pasar unos meses detenido en un centro penitenciario del estado de Oregon en Estados Unidos, fue deportado a la Ciudad de México vía aérea en el 2015, allá mientras esperaba la orden para ser trasladado a su estado aprendió el oficio de fígaro, trabajo que le permitió instalarse en ésta frontera sanluisina desde hace 4 años, nos confesó José León Chávez de 34 años de edad y originario del Estado de Michoacán.
Mientras cortaba el cabello al niño Eloy Bejarano, José nos narró que cuando tenía 5 años fue cruzado de manera ilegal a Estados Unidos junto con sus padres y dos hermanos, trasladándolos los traficantes de indocumentados hasta el Estado de Oregon.
Durante su adolescencia ingresó a una pandilla y por realizar esa actividad fue detenido y encarcelado en las celdas de menores de edad cuando tenía 17 años, para aprender algo en la cárcel estudió el nivel de preparatoria y además el oficio de peluquero, actividad que le dio a ganar dinero cuando estaba de interno, dijo el joven michoacano.
En el 2015 fue deportado y por medio de un familiar que lo invitó a San Luis, él aceptó para llegar a vivir a esta frontera, al principio fue contratado para trabajar dando mantenimiento a las refrigeraciones, pero el calor lo estaba agotando y fue cuando decidió iniciar su propio negocio, poner una peluquería, añadió José.
“Para nada estoy arrepentido de que me hayan deportado, porque gracias a ello me di cuenta que San Luis, esta frontera es tierra de oportunidades, que te permite no extrañar las tierras norteamericanas”, subrayó el migrante.
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