La situación provoca que los agricultores suban al tractor y rieguen parcelas
Pedro Márquez. –
El consumo de drogas entre los trabajadores del campo y específicamente en los de mano de obra calificada, está provocando una grave escasez de operadores de maquinaria y regadores de parcelas, que está obligando a los productores agrícolas a ser quienes ejecuten las dos tareas.
En primer lugar, el problema se está presentando por la falta de operadores de maquinaria agrícola, principalmente entre los agricultores de superficie limitada, menos de treinta hectáreas, porque a los trabajadores que no consumen sustancia los tienen acaparados las empresas y los productores pudientes.
Pequeños propietarios, lamentan que los tractoristas jóvenes que venían relevando a los de dad, cayeron en el consumo de drogas, y quienes no lo hacen se resisten a trabajar más de seis horas, y menos a laborar en el turno de noche.
Esta situación se está agudizando en estos momentos, en que se da la generalización de los trabajos de preparación de la tierra para el trigo.
El problema es serio, porque la mayoría de los agricultores vigentes son personas de edad que difícilmente pueden subir a operar un tractor.
Quien logra hacer los mencionados trabajos y después quiere regar la parcela, enfrenta un nuevo problema que es la falta de personal calificado por las mismas razones, más la violencia que los ha atacado últimamente.
La drogadicción y los asaltos que han sufrido algunos regadores, hacen que no quieran trabajar de noche, no obstante que el turno de 24 horas se los pague a setecientos pesos.
La carencia de tractoristas y de regadores, esta ocasionando un desfasamiento en los trabajos que pudiera repercutir a la parte final del cultivo.
El problema no es generado por la falta de un buen sueldo, porque lo menos que se da a un trabajador del campo son 280 pesos, y las labores son de cuatro o cinco horas porque nadie quien cumplir las ocho horas de la jornada.
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