La revuelta en la prisión estatal de San Luis, el jueves pasado, inició cuando un interno que al parecer se encontraba bajo la influencia de sustancias y era escoltado por el patio de recreo, intentó asaltar a los oficiales que lo custodiaban para luego huir de ellos.
La persecución del reo por parte de los oficiales provocó que otros reclusos los atacaran espontáneamente.
Esto sucedió en la denominada Unidad Cheyenne, la cual es de mediana seguridad y cuenta con mil 124 camas, mientras la mayoría de los presos se encontraban en el patio en el momento del incidente, aproximadamente a las 6:18 de la tarde.
Ambos lados de la unidad comenzaron a atacar a los empleados de la prisión, rompiendo propiedades, como ventanas, inodoros y lavabos, y también obtuvieron acceso a las estaciones de los oficiales del dormitorio. Más información en nuestra edición impresa.
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