Al dejar la vida pública que llevó Roberto Hernández Quezada a través de los diferentes cargos que desempeñó en la política partidista y agrícola, se recluye a sus actividades privada y familiar.
Se puede decir que la presidencia de la Asociación de Concesionarios de Pozos Agrícolas Del Colorado que entregó el sábado pasado al Ing. Martín Salgado Ames, fue el último que desempeño en su larga trayectoria de servicio.
Como lo califica el Ing. Juan Armenta Magaña, es un hombre de trabajo y muy positivo al que el Valle de San Luis y los productores le deben mucho, sobre todos los colonos por haberles consolidado la Sociedad Cooperativa Lic. Alfredo V. Bonfil.
Siempre ha sido creativo, y la prueba es que además de haber sido factor importante en la Bonfil, tuvo la visión de fundar el Fondo de Aseguramiento Macario Martínez para ayudar a los habilitados por la Cooperativa.
Fundó muchas empresas que fortalecieron a la Bonfil, pero sin duda la más importante fue el molino harinero, con el equipo viejo como también con el nuevo, así como otras secciones satélites que Consejos de Administración recientes, no les dieron importancia y las cerraron.
A pesar de eso, la huella de Roberto en la Cooperativa siempre será imborrable, sobre todo porque lo llaman el líder moral de ella.
En periodos que presidió este importante complejo agroindustrial, organismos internacionales le hicieron entrega de dos reconocimientos por el objetivo que estaba cumpliendo, tanto produciendo como comercializando los productos para darles valor agregado.
Es más, hasta a la Cooperativa Produce que encabezó durante un periodo, el Fideicomiso Instituido en Relación a la Agricultura (FIRA), en el 2004, la hizo la Empresa del Año.
Otra empresa que creó mientras presidió a la Asociación de Pozos Particulares, fue la de Servicios de Pozos Agrícolas del Río Colorado, cuya finalidad es precisamente dar mantenimiento a las unidades de los concesionarios del organismo que entregó, pero también a quien solicite los servicios, como los Módulos de Riego.
A la Asociación de la Pequeña Propiedad, le dio vida y vigencia, gracias a que de ahí surgió a la organización estatal que presidio durante algún tiempo cuando el reparto de tierras en el Yaqui estaba muy reciente.
Eso le permitió tener contactos cercanos con los líderes nacionales de la Confederación, como Ahumada Padilla, González Cortázar y hasta Salomón Faz, entre otros.
La labor por el campo que hizo, y las relaciones que logró, le sirvieron para buscar y ganar la Diputación local del Distrito 2 con cabecera en Puerto Peñasco.
Eso lo motivó para que del Congreso viniera a San Luis con toda la intención de lograr la candidatura a la Presidencia Municipal, algo que no pudo porque se le atravesó Raúl González Valenzuela.
Cuando ha superado la séptima década de vida, decide alejarse de todo para dedicarse a sus actividades agrícolas que familiarmente ha emprendido con sus hijos Roberto y Emilio, a través de una datilera.
Desde que organizó a los productores en pequeño de dátil, ya tenía la idea de gestionar un empaque para dar servicio a todos ellos, pero la responsabilidad se la dejó a Javier Villegas, quien formó el Sistema Producto.
Ahora Roberto y familia, ya están trabajando en lo del Empaque.
Mientras eso se condolida, están creciendo en superficie datilera en la colonia Moctezuma, predios a los que han dotado de sistema de riego por goteo para ahorrar agua.
Obviamente, se están inclinando por este producto de exportación, pero sin descuidar el algodón que siempre han trabajado.
En síntesis, el Valle de San Luis perderá ya a un líder, y estará necesitando reemplazarlo cuanto antes, sobre todo en el aspecto agrícola, porque en lo del agua está todavía Don Juan Salgado, como ahora también su hijo Martín que ha decidido a entrarle de lleno a este asunto desde la Presidencia de la Asociación de Pozos Particulares.
Aclaro que en lo agrícola es donde hace más falta un líder creativo, porque al margen de los horticultores, nadie está promoviendo nada para el campo en estos momentos, sobre todo que beneficie al sector social que está siendo el más dañado.
Este líder lo tienen que encontrar ya, porque hay que recordar que “nada será más fácil que ahora”.
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