Medida electoral

Aunque la decisión a todas luces es electoral, se debe reconocer que la actualización del Ingreso-Objetivo (IO) fue en el mejor de los momentos para los productores trigueros, no sólo por el tiempo que tuvieron que esperar para ello, sino por la baja producción que se está registrando.

En los últimos años, los trigueros, por diferentes circunstancias ajenas a ellos, se han convertido en el dolor de cabeza para el Gobierno, y nunca el problema se les resolvía antes de que concluyeran las trillas, siempre se tardaba hasta cinco o seis meses, tal como sucedió el ciclo pasado que se les pagó el apoyo hasta enero o febrero, para algunos.

Ahora, el incremento al monto del IO se dio a media semana anterior, es decir, cuando las trillas apenas se habían generalizado y el momento político se situaba a un mes de llegar a su final.

Aunque se ve que la intención es lucrar electoralmente con la medida, se debe reconocer que el productor sí se beneficiará porque las cantidades que se aprobaron son importantes: 5 mil 040 para los trigos harineros y 4 mil 529 para los duros, más las coberturas, según a como se hayan  convenido, entre 11 y 14 dólares.

Esto significa que el productor del Grupo 5 estará percibiendo como mínimo 4 mil 700 pesos por tonelada.

En el grupo harinero, el triguero recibirá por tonelada los 5 mil 40 más los 300 de apoyo que le da la Cooperativa, así como las bases, lo que harán un gran total de poco más de 5 mil 500 pesos.

Con estas cantidades, el productor no tendrá elementos para llorar, porque el Gobierno le está cumpliendo.

Justo es decirlo, que la Lic. Claudia Pavlovich Arellano se fajó para que acompañada de su Secretario de Agricultura, Julio Cesar Corona, gestionara el incremento al IO ante el nuevo titular de la Sagarpa, Baltasar Hinojosa.

Pero aunque la parte oficial hizo todo lo que le correspondía para hacer que el campesino saliera beneficiado, no se contaba con los caprichos de la naturaleza, la que con sus heladas hizo que el rendimiento por hectárea está amenazando a bajar a las 5.5 toneladas por hectárea.

Esto significa que muchos de los productores tendrán que invertir todo el dinero que están recibiendo de liquidación para pagar a la financiera que los habilitó.

Como dice Ramiro Contreras, es preferible pagar todo con el dinero de la liquidación que renegociar la deuda con la habilitadora por lo fuerte de los intereses.

De esta manera, dice, te quedas sin nada, pero inicias en blanco las deudas en el nuevo ciclo.

Pero el caso de Ramiro es para aquellos que con la cosecha y el incremento al IO sí alcanzan a pagar, pero hay a quienes se les cayó la producción a dos o tres toneladas, y estos sí tendrán que reestructurar la deuda con su centro de acopio.

Lamentablemente, ni con la intervención de los fondos de aseguramiento pueden dejar de quedar debiendo, peor cuando éstas empresas actúan con rigidez olvidándose que se deben a los productores socios, como es el caso del Río Colorado.

Por esta falta de criterio de los directivos, es que el Fondo Macario Martínez sigue creciendo en preferencias y en superficie asegurada en cada ciclo, incluyendo a cultivos como la alfalfa, algo que no es común en estas empresas.

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Por cierto, este jueves de enfrente, el Ing. Juan Armenta se estará reeligiendo en la Presidencia, pero a diferencia de su contraparte del Valle, él no correrá a los compañeros de Consejo, es decir, Maximiliano Fajardo y Guillermo Lira, seguirán igual los tres años siguientes, lo que quiere decir que hay tranquilidad y compañerismo.

Pero retomando el punto de los productores que tendrán que negociar la deuda, es indudable que el presidente del Consejo Municipal de Productores, Ricardo Martínez, tendrá que echarles la mano, porque hay Empresas que no tienen nada de sentido social, y lo único que quieren es su dinero engordado con los intereses.

Es aquí donde los campesinos se ven obligados a rentar la tierra para pode pagar, porque no se quieren arriesgar a otro mal año que los haga vender la parcela