Derrochando potencia y sensualidad al entonar temas de ópera, rock y boleros, Susana Zabaleta encantó el domingo con su voz en su concierto en la Sala Nezahualcóyotl.
La cantante se subió al escenario para apropiarse de él y de la atención de las cerca de mil 500 personas (de 2 mil 300 que caben) asistentes a su presentación Adentro, donde hizo gala de la amplia gama de tonos que domina.
Y es que la artista quiso rendir un homenaje a todo lo que la ha inspirado, desde canciones y personas, como sus maestras Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, hasta sus músicos, a quienes dedicó el concierto.
Temas como «Dos Días en la Vida», de Jarabe de Palo, y «Kumbala», de La Maldita Vecindad, pusieron el toque rockero, pero no desmerecieron a «Contigo Aprendí», de Armando Manzanero, que fue una de las canciones más aplaudidas.
Durante dos horas, la Zabaleta se sintió como en casa para ir, venir y hacer y deshacer, inspirada por la decoración del escenario, donde puso sillas, sillones, mesas y hasta un diván, todo iluminado de forma tenue por lámparas de mesa.
En una breve pausa, la también conductora se cambió por un vestido blanco para cantar ópera, la que entonó sin micrófono, pues consideró que esas canciones debían ser interpretadas así, aunque a las televisoras que grababan el concierto les disgustara.
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