*Son buenos, pero insuficientes, dice Martín Hernández.
Pedro Márquez.-
Indudablemente que el programa federal de Huertos Familiares que ha puesto en práctica el Gobierno Federal en ejidos en vías de desarrollo, son buenos pero no son suficientes para mejorar las condiciones de vida de los campesinos.
Tal vez la comercialización de la producción de los huertos sea suficiente para una familia compuesta por la madre y el padre, y un hijo, pero no cuando los miembros son cinco o seis por todos, y en edad algunos de ir a la primaria o secundaria, declaró Martín Hernández Cruz.
Para que sea suficiente la percepción de la venta de los productos cosechados, el ejidatario de El Mesa Rica, considera que al menos se debe trabajar una hectárea del cultivo apoyado, pero reforzado con una más con recursos del propio campesino.
Pero el problema, dijo, es que los campesinos no tienen la forma de sembrar una hectárea con sus propios recursos.
Por ello, manifiesta que el programa de nopal que la Unión de Ejidos de la Mesa Arenosa logró para diez núcleos, debe extenderse a otros conglomerados para fortalecer a los campesinos que ya están dentro del Programa de Huertos Familiares.
Solo así, dice, las familias que participen en los dos programas podrán mejorar las condiciones de vida.
En la actualidad, quienes ya tienen tiempo en el programa de los huertos, tienen que descuidar su cultivo para salir a trabajar en otros lugares a fin de complementar los ingresos para poder sobrevivir.
Los cultivos que están dentro del mencionado programa, son principalmente las hortalizas y los campesinos los alternan con el maíz y el nopal en superficies limitadas, recalcó quien labora como regador en parcelas del Ejido Nuevo Michoacán.
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