Con el debido respeto pero, el discurso de odio y división que maneja López Obrador lo ha metido en tremenda bronca ahora que se le ocurrió enfrentarse con el sector patronal del país. Los llamó “fifís”, corruptos y hasta se atrevió a acusarlos de negociar con Enrique Peña Nieto la declinación de Pepe Meade a favor de Ricardo Anaya.
Los hombres del dinero y los negocios habían aguantado muchas acusaciones del tabasqueño pero en los pasados días circuló el video en el que Paco Ignacio Taibo II expresaba bien clarito que si los empresarios no cooperaban con Morena ya en el gobierno, les expropiarían sus empresas.
El mismo Taibo apareció en otro video en el que asegura que cuando López Obrador llegue a la presidencia de México, gobernará por decreto.
La gota que derramó el vaso para el sector empresarial fue que el mismo AMLO promueva el odio y la división entre los mexicanos y, con ese discurso, los haya acusado de negociar con Peña Nieto para que Anaya sea el próximo presidente de México.
El señor López olvida que son las empresas las que generan 9 de cada 10 empleos del país. Son estas las que generan el crecimiento de México. Así lo han hecho para llevarlo a ser la economía número trece de todo el mundo y, si mantienen ese paso, en unos años seremos la siete. No se vale, entonces, la confrontación que AMLO está generando
El Consejo Mexicano de Negocios, o sea, los de la mera lana, pagaron un desplegado en los periódicos nacionales en el que rechazan “categóricamente las expresiones injuriosas y calumniosas con las que López Obrador agravió a varios de nuestros miembros en Zongolica, Veracruz”.
Los reporteros corrieron de inmediato a preguntarle al candidato de Morena su opinión del desplegado. AMLO acusó a los empresarios de armar una guerra sucia en su contra porque rechazan, dijo, una auténtica democracia en el país, porque no quieren dejar de robar y mandar.
El Mesías tropical acusó al sector empresarial de financiar la guerra sucia en su contra como el spot de Mexicanos Primero, donde aparecen puros niños y también el documental del “Populismo en América Latina».
El sector empresarial nunca se había manifestado en contra de un candidato. Fue el discurso de odio y división que maneja López Obrador el que los llevó a enfrentarse abiertamente con el tabasqueño, una situación que habría quemado todos los puentes de negociación y entendimiento.
El proceder de López Obrador deja ver que no ha aprendido de las pasadas campañas electorales. El conocido político es muy conocido por los mexicanos y eso le da grandes posibilidades de alcanzar la presidencia, pero sus desplantes autoritarios le restan una importante cantidad de votos y eso le ha provocado ya dos derrotas.
Podemos recordar que López Obrador había conseguido acumular una importante ventaja en los pasados procesos electorales para luego perder en la jornada electoral.
El tabasqueño podría estar ya perdiendo votos con su intento de llevar a México de regreso al pasado, con su agresión al TLC, con esa cosa de la autosuficiencia alimentaria, la paralización de la construcción del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México, la reforma educativa, la reforma electoral, la reforma energética.
Con el debido respeto pero, el discurso de odio y división que maneja López Obrador podría llevarlo de nuevo a organizar escandalosas protestas por haber perdido, una vez más, la presidencia de México.
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