Factor de división

Es cierto, una imagen dice más que mil palabras…

El viernes, tras la inauguración de la temporada 2018 de la Liga Norte de México en el Estadio Revolución, propios y extraños fuimos testigos de una de esas escenas que hablan mucho más de lo que a simple vista se aprecia.

Al centro del diamante, en la lomita de los disparos, como dicen los conocedores del Rey de los Deportes, el presidente del Club Algodoneros de San Luis, Francisco “Paco” Ochoa Montaño, recibió muy cordialmente a los candidatos del PRI a la Alcaldía y las Diputaciones local y federal, Héctor “Titilo” Leyva, José Enrique Carrasco y Gaby González, respectivamente.

Sí, mientras los candidatos oficiales de su Partido, el PAN, se auto-legitimaban en la sede de la Jalisco y 16 ante un grupo de militantes, el hijo de don Fausto Ochoa (qepd) y ya para ese momento ex aspirante a la Presidencia Municipal, cobijaba a los abanderados del Tricolor –que, por cierto, otra vez van en equipo con el Verde Ecologista y Nueva Alianza.
Y bueno, quienes hemos seguido a detalle la forma en que ‘se las gastó’ la cúpula albiazul, sabemos que más que un ‘gesto de cortesía’ por parte del “Paco”, lo que en realidad se lee en esa escena del fin de semana es el reflejo del desánimo que existe entre muchísimos panistas que se sienten agraviados por el ‘dedazo’ que viste las candidaturas de Everardo López Córdova, Laura Núñez Sepúlveda, Lina Acosta Cid y Leonardo Guillén Medina.

Así de sencillo…

Esa foto del “Paco” con un “Titilo” sonriente (y ataviado con la casaca de los Algodoneros), nos muestra un PAN debilitado, dividido; perdido en la soberbia de quienes no quieren soltar la ubre, sencillamente porque no conocen otro ‘modus vivendi’.

Yo no sé si al final del día, el voto duro y la estructura territorial cimentada a base de programas gubernamentales termine, como en otras ocasiones, por inclinar la balanza a favor de Acción Nacional, lo que sí sé es que la fórmula albiazul llegará a la campaña convertida en factor de división interna, lo que la pone en un estado de vulnerabilidad que puede ser aprovechado por los Partidos de oposición.

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Siempre lo he dicho: en política hay errores que matan.

Y quien acaba de cometer uno que literalmente pulverizó sus posibilidades, y antes de empezar la campaña, es Luis Valtierra, el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la Alcaldía.

Al “Luisón”, por increíble que parezca, se le ocurrió meter en su planilla a un primo-hermano y a una tía de su esposa, cuando se suponía que MC iba a acabar con todas esas prácticas, muy propias de los Partidos “tradicionales”, en las que el nepotismo y los compadrazgos, según asegura el ‘suspirante’ emecista, son el común denominador.