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SAN LUIS RÍO COLORADO
Luz Pesqueira.-
Luego de la reapertura de las iglesias el domingo 2 de agosto, bajo estrictas medidas de protección debido a la pandemia de COVID-19, los fieles se han venido adaptando a la denominada nueva normalidad bajo el semáforo naranja en esta ciudad.
De acuerdo con el padre Ramón Tapia, párroco de la Inmaculada Concepción y decano de la Diócesis de Mexicali en San Luis R.C.
El número de personas que asiste a las misas ha ido creciendo, aunque hasta el momento en ninguna de las tres celebraciones dominicales que se ofrecen en Inmaculada, se ha alcanzado el límite de 90 personas.
Los fieles son recibidos por un equipo de voluntarios que se encargan de tomarles la temperatura corporal y de la aplicación de gel. Todos deben usar cubrebocas y mantener la distancia social dentro del templo.
Señaló que la apertura de los templos no es para todos sino para invitar a la celebración de la fe, e hizo una invitación a seguir cuidándose y quedándose en casa.
Las parroquias, al igual que todos los sectores de la sociedad han sido impactados económicamente por la pandemia y el padre Ramón indicó que han podido subsistir gracias a un fondo de emergencias, así como a las donaciones de algunas personas.
“Hemos salido adelante y la apertura también nos ha beneficiado, ya que celebrar la fe es celebrar la vida y una forma de hacerlo es reconocer lo que Dios nos da y compartir”.
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