Pedro Márquez.-
Para el productor de dátil Ramiro Contreras Duarte, la tardanza de más de un año que duran los intermediarios en liquidar las cosechas, es mucho tiempo y ponen en riesgo la estabilidad de cualquier datilero.
El agricultor de esta fruta en el Ejido San Luis, asegura que este cultivo es muy caro y la mayoría de quienes lo trabajan no tienen la capacidad económica para invertir después de que no se les ha pagado la cosecha anterior.
Aunque el no tiene problemas de falta de pago porque las liquidaciones el comprador las hace oportunamente, reconoce que aquellos a quienes no les liquidan su producción en un tiempo prudente, enfrentan problemas graves al preparar la planta para la siguiente cosecha.
Por ejemplo, dice que quienes ahora están celebrando el trabajo de separación de racimos y desahíje de dátil en una superficie de quinte o veinte hectáreas, requieren de emplear al menos veinte jornaleros, cantidad que exige una fuerte inversión por el salario y equipos de trabajo que debe comprarse.
Quienes no puedan llevar a cabo estos trabajos, corren el riesgo que el dátil quede en una clasificación pequeña de crecimiento, y con ello la percepción por la venta de un producto chico, será mínima, y si todavía a eso se le agrega lo tardío de la cobertura, pues el productor puede perder absolutamente todo, detalla.
Esta situación es la que están viviendo muchos datileros que están a punto del embargo porque los compradores no les han pagado, puntualizo el ejidatario.
La única salida que ve al serio problema, es que el proyecto de la Cooperativa de Productores de dátil, cristalice para que puedan comercializar su propia producción los socios y clientes, concluyo Contreras Duarte.
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